La Casa de la Cultura, en unión con el Harvey B. Gantt Center for African-American Arts + Culture, tejió una velada de memorias y ritmos que celebró la profunda conexión entre la historia y la cultura afrolatina y afroamericana. En el corazón del evento, la exposición Becoming The Sea: Black Rock Senegal x Harvey B. Gantt Center resonó como un himno al legado de la diáspora africana, uniendo continentes y almas en una danza ancestral.

 

El programa inició con palabras que despertaron el alma. En la mesa redonda Conectados por el agua, moderada por Milagros Ugueto de Sánchez, participaron voces inspiradoras como Keudis Sánchez, Tiara Paulino y Alex Pineres. Juntos, navegaron por las corrientes de la influencia africana en el arte y la cultura latinx, explorando las luchas y resistencias contra el racismo y el colorismo en nuestras historias compartidas.

 

Luego, las manos se unieron al espíritu creativo en talleres que evocaron la riqueza de la herencia afrolatina. Pero fue la música y el movimiento lo que encendió la noche. La agrupación Son de Pueblos llenó el aire con la vibrante energía de la parranda afrovenezolana y el tambor vivo de la Bomba puertorriqueña. Una joven costarricense, como un eco del Caribe, interpretó melodías latinas con raíces afro que hablaron de esperanza y resistencia. Y, para coronar la noche, un festejo afroperuano desplegó su magia: los tambores llamaron, los pies respondieron, y todos los presentes se sumaron al baile, tejiendo en el movimiento la memoria de un legado eterno.

 

Fue un canto a la diversidad, un abrazo a nuestras raíces, y un puente entre generaciones, donde cada participante, sin importar su edad u origen, fue testigo y parte de un relato que nunca termina. Así, las fundadoras de La Casa de la Cultura, Keudis Sánchez y Milagros Ugueto de Sánchez, dejaron en los corazones un susurro de pertenencia y un eco de orgullo.